Una de las labores de las gramáticas es describir las lenguas, aportando inventarios de palabras sistematizadas según afinidades de comportamiento. De este modo, se forma lo que tradicionalmente conocemos como “categorías gramaticales”, es decir, cada clase de palabra que compone una lengua.
En nuestro idioma, fue el gramático español Antonio de Nebrija quien catalogó las palabras en ocho clases diferentes a las que posteriormente la doctrina tradicional de la Real Academia Española (RAE) sumó una novena:
1. sustantivo,
2. adjetivo,
3. artículo,
4. pronombre,
5. verbo,
6. preposición,
7. adverbio,
8. conjunción,
9. interjección.
A continuación, te invitamos a profundizar un poco más en el estudio de estas categorías.
Categorías gramaticales
La clasificación más tradicional de las categorías gramaticales, denominada clases sintácticas, las agrupa según la función que cumplen en la oración. Ahora bien, además de aquella, debemos considerar una subclasificación en función de la forma estable o variable de las palabras. Las categorías variables cambian en género o número y las invariables se mantienen como formas fijas, por lo que no concuerdan ni en género ni en número con las palabras a las que acompañan (las fiestas muy entretenidas; la fiesta muy amena).
Veamos entonces cómo se clasifican tradicionalmente las palabras en nuestro idioma:
Determinantes: clase variable que incluye a los artículos (definidos e indefinidos) y, desde hace algún tiempo, también a los adjetivos determinativos (demostrativos, numerales, posesivos, indefinidos, interrogativos y exclamativos). Como los artículos, que precisan aspectos del sustantivo al que acompañan (género y número), los adjetivos determinativos siempre se anteponen a un nombre para delimitarlo y concretarlo: “yo quiero este libro”; “dame mi libro”.
Sustantivo: palabra variable que se refiere a seres, cosas, animales o nombres (duende, casa, oso, Lucía). Los sustantivos se clasifican en comunes o propios; además, los comunes pueden ser: individuales o colectivos, contables o no contables, y concretos o abstractos.
Adjetivo: clase de palabra variable cuya función es aportar un significado que modifica al sustantivo al que acompaña. El tipo más común de adjetivo es el calificativo que aporta cualidad; por ejemplo, grande, rojo, suave.
Verbo: tipo de palabra que comunica una acción, como jugar, vivir, amar, etc. Puede presentarse de manera no personal (como en los ejemplos) o con variaciones de persona (primera, segunda o tercera), número (singular o plural), modo (indicativo, subjuntivo, imperativo) o aspecto (perfectivo o imperfectivo).
Preposición: palabra invariable que relaciona elementos al interior de una frase u oración. Algunas poseen contenido léxico, pudiendo indicar: origen, procedencia, destino, dirección, lugar, medio, motivo, etc. Algunas preposiciones son: a, bajo, de, con, por, sin.
Adverbio: palabra invariable que complementa el sentido de un verbo, adjetivo u otro adverbio. Por ejemplo, rápidamente, lentamente, bien, muy, entre otros.
Conjunción: categoría cuya función gramatical consiste en unir elementos dentro de una oración o frase. Si se trata de oraciones, dicha unión puede darse por coordinación (los elementos son sintácticamente equivalentes) o por subordinación (uno de los segmentos depende del otro). Algunas son y, ni, o, pero, si, que.
Interjección: tipo de palabra invariable que sirve para expresar sentimientos o impresiones súbitas: ¡ah!, ¡oh!, ¡ouch!
En nuestro idioma, fue el gramático español Antonio de Nebrija quien catalogó las palabras en ocho clases diferentes a las que posteriormente la doctrina tradicional de la Real Academia Española (RAE) sumó una novena:
1. sustantivo,
2. adjetivo,
3. artículo,
4. pronombre,
5. verbo,
6. preposición,
7. adverbio,
8. conjunción,
9. interjección.
A continuación, te invitamos a profundizar un poco más en el estudio de estas categorías.
Categorías gramaticales
La clasificación más tradicional de las categorías gramaticales, denominada clases sintácticas, las agrupa según la función que cumplen en la oración. Ahora bien, además de aquella, debemos considerar una subclasificación en función de la forma estable o variable de las palabras. Las categorías variables cambian en género o número y las invariables se mantienen como formas fijas, por lo que no concuerdan ni en género ni en número con las palabras a las que acompañan (las fiestas muy entretenidas; la fiesta muy amena).
Veamos entonces cómo se clasifican tradicionalmente las palabras en nuestro idioma:
Determinantes: clase variable que incluye a los artículos (definidos e indefinidos) y, desde hace algún tiempo, también a los adjetivos determinativos (demostrativos, numerales, posesivos, indefinidos, interrogativos y exclamativos). Como los artículos, que precisan aspectos del sustantivo al que acompañan (género y número), los adjetivos determinativos siempre se anteponen a un nombre para delimitarlo y concretarlo: “yo quiero este libro”; “dame mi libro”.
Sustantivo: palabra variable que se refiere a seres, cosas, animales o nombres (duende, casa, oso, Lucía). Los sustantivos se clasifican en comunes o propios; además, los comunes pueden ser: individuales o colectivos, contables o no contables, y concretos o abstractos.
Adjetivo: clase de palabra variable cuya función es aportar un significado que modifica al sustantivo al que acompaña. El tipo más común de adjetivo es el calificativo que aporta cualidad; por ejemplo, grande, rojo, suave.
Verbo: tipo de palabra que comunica una acción, como jugar, vivir, amar, etc. Puede presentarse de manera no personal (como en los ejemplos) o con variaciones de persona (primera, segunda o tercera), número (singular o plural), modo (indicativo, subjuntivo, imperativo) o aspecto (perfectivo o imperfectivo).
Preposición: palabra invariable que relaciona elementos al interior de una frase u oración. Algunas poseen contenido léxico, pudiendo indicar: origen, procedencia, destino, dirección, lugar, medio, motivo, etc. Algunas preposiciones son: a, bajo, de, con, por, sin.
Adverbio: palabra invariable que complementa el sentido de un verbo, adjetivo u otro adverbio. Por ejemplo, rápidamente, lentamente, bien, muy, entre otros.
Conjunción: categoría cuya función gramatical consiste en unir elementos dentro de una oración o frase. Si se trata de oraciones, dicha unión puede darse por coordinación (los elementos son sintácticamente equivalentes) o por subordinación (uno de los segmentos depende del otro). Algunas son y, ni, o, pero, si, que.
Interjección: tipo de palabra invariable que sirve para expresar sentimientos o impresiones súbitas: ¡ah!, ¡oh!, ¡ouch!